El postre más fácil, rápido y sano del verano.
Pela y corta tus plátanos en 2.
Inserta un palo de brocheta en cada mitad. Ten cuidado al comerlos si los palitos tienen punta.
Congela los plátanos durante 2 horas.
Derrite el chocolate al baño maría o en intervalos de 30 segundos al microondas. Transfiérelo a un vaso o a una taza una vez derretido.
Sumerge los plátanos en el chocolate.
Añade por encima tus toppings favoritos.
El chocolate endurecerá inmediatamente debido a la temperatura del plátano y ya estarán listos para comer. Si lo prefieres puedes volver a congelarlos y comerlos cuando más te apetezca.
Raciones 4